A mediados de la década de los ’80, Chile vivía una de las más profundas recesión económica y social de su historia. El país vivía bajo una dictadura de derecha, que había implementado un modelo económico neoliberal, concentrador y excluyente. La producción estaba en niveles nunca vistos y las tasas de desocupación eran del orden del 35%. En el mundo popular surgían múltiples iniciativas para sobrevivir y crear empleos productivos.
En este marco, un grupo de profesionales del Programa de Economía del Trabajo (PET), bajo el alero de la Academia de Humanismo Cristiano, creo el FODEP (Fondo de Desarrollo de la Economía Popular) con la finalidad de contribuir a solucionar los problemas económicos y financieros que enfrentaban las Organizaciones Económicas Populares, las cooperativas de trabajo y diversas organizaciones productivas de carácter asociativo.
Los profesionales integraron al proceso a la Federación de Cooperativas de Trabajo (FECOT), organismo gremial que agrupaba a las pocas cooperativas de este tipo que habían sobrevivido a la recesión, y fue así como, a mediados de 1986, luego de un proceso de negociación con sus antiguos asociados, se fundó la Cooperativa de Ahorro y Crédito Liberación Limitada, CREDICOOP, con 50 nuevos socios. De esta forma la Cooperativa se transformó en el instrumento mediante el cual operaba el FODEP. Ese mismo año se entregaron los primeros créditos.
Esto fue posible gracias a instituciones de cooperación internacional, que apoyaron financieramente el proyecto; a profesionales, técnicos y administrativos, que contribuyeron al desarrollo de la Cooperativa; y sobre todo gracias a los socios, microempresarios y trabajadores independientes, quienes a través de su compromiso cotidiano hicieron crecer la institución.
Al cabo de 25 años, Credicoop llegó a tener 15 mil socios. Se convirtió en la institución pionera en la prestación de servicios financieros al mundo del trabajo independiente y microempresarial de bajos ingresos. Además, realizó una importante contribución al diseño de la mayoría de los programas públicos destinados a apoyar a este sector.
La Cooperativa Liberación decidió orientar su acción prioritariamente a grupos de personas pertenecientes a estratos socioeconómicos bajos, que operaran en forma asociativa para enfrentar sus problemas de sobrevivencia y de obtención de empleo. Producto de ello, la obtención de recursos para los créditos a sus socios provenía principalmente de agencias gubernamentales, los que eran entregados como créditos o fondos en administración, modelo de financiamiento que tocó techo.
En 2008, la Cooperativa inició conversaciones con la Fundación para las Microfinanzas del banco BBVA, entidad dedicada a la promoción y desarrollo del microcrédito como instrumento para el crecimiento y desarrollo de los sectores con dificultad de acceso al crédito, con el objetivo de allegar capital. Ello se concretó en el año 2009 estableciéndose un pacto de accionistas que velaba por los intereses de los socios microempresarios y cautelaba el objetivo fundacional del FODEP, traspasándose la operación crediticia a una nueva entidad. Así, la Cooperativa de Servicios Liberación mantuvo la propiedad de un porcentaje minoritario de las acciones y se concentró en prestar servicios no financieros.
Luego de años de operación, en 2014, al constatarse que las actividades no crediticias significaban aportes muy altos para los socios y que ellos nos estaban dispuestos a pagar por los servicios adicionales que se les ofrecía, la Cooperativa de Servicios decidió disolverse, lo que se aprobó por una alta mayoría de los socios representantes. Se acordó vender, de acuerdo con el pacto suscrito en el año 2009, a la fundación BBVA las acciones que eran de su propiedad. Producto de la valorización que tuvieron las acciones en poder de la Cooperativa al momento de la venta, cada socio obtuvo la totalidad de sus aportes de capital que mantenían en la institución, más un monto adicional de 1,83 veces esos aportes.
Por otra parte, en lo estatutos de la Cooperativa se estableció que, al disolverse los fondos entregados por la cooperación internacional, cuyo fin era el apoyo a las microempresas chilenas, fueran devueltos al FODEP y destinados a fines similares a los que dieron origen al FODEP y la Cooperativa Liberación.
Después de un largo proceso de reflexión, el FODEP estableció que sus nuevos objetivos serían la promoción de programas de apoyo al emprendimiento y al empleo, a través del financiamiento de proyectos focalizados en la capacitación y empleabilidad de los sectores más postergados y de menores recursos de nuestro país.
La Corporación FODEP estableció en el mes de agosto de 2018 nuevas líneas de trabajo en apoyo a la población migrante de nuestro país. Una de ellas consiste en establecer un programa de apoyo a la capacitación e inclusión laboral para migrantes, trabajando en conjunto con instituciones públicas o privadas, cuyo quehacer fuera el apoyo a la población migrante en esta área específica de desarrollo.
Nuestra principal área de trabajo es apoyar la inserción laboral de la población migrante, por medio del financiamiento a proyectos que se orienten en dicha dirección. Esto lo realizamos a través de programas de capacitación y apresto laboral, o del fortalecimiento de sus organizaciones cuando apuntan a objetivos del ámbito del trabajo. También será parte de nuestros objetivos apoyar la formalización, en su sentido más amplio, de personas o agrupaciones, que ayuden a la inserción en el mundo laboral. En esta última área de trabajo existe la posibilidad de colaborar en el diseño de sus proyectos en cualquiera de los ámbitos mencionados.
Visita los Proyectos FODEP realizados en 2019, 2020, 2021, 2022 y 2023, y los que se están ejecutando.